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jueves, 25 de noviembre de 2010

Niña con cuerpo de mujer

Estaba yo en una de esas típicas escenas nocturnas: recostada en mi cama, con el cobertor hasta el cuello sin que Morfeo viniera a visitarme, darme el descanso que tanto necesitaba. En una escena anterior me encerré en el cuarto que se podía decir "de visitas" me senté en la cama y de mis ojos comenzaron a emanar lágrimas mientras tenía una charla con Bogo (para quien no lo sepa, Bogo es Dios en Nadsat, para que no me malinterpreten) le dije "ya no quiero sufrir" y me puse a pensar, después de salir del cuarto hay un espejo y en él vi como el delineador de los ojos se había corrido, haciéndome ver como alguna de esas fotos góticas con tintes emo. Y sí señores, me sentía así... pero para su tranquilidad, la hemofobia no me permite dañar mi cuerpo, pero mi mente, oh drugos (otra palabra del Natsat, quiere decir amigos) míos, mi alma está herida y no se necesita ser un genio o poder ver a través de las personas para saberlo, basta con mirar mis ojos, se me viene a la mente el comentario lleno de cariño de quien fuese mi novio hace ya más de un año, él decía que mi mirada tenía tristeza y la verdad no estaba lejos de la realidad.

Regresando a la escena de la cama, no sé si era por el efecto del jarabe para la tos que se tardó en llegar (yo digo que me tumba) que me puse a recordar mis etapas anteriores y que nunca fui una chica dentro de los estándares de la "normalidad" simplemente con aquello de los chicos, nunca fui muy buena. Mi historial amoroso está lleno de incorrespondencia (no sé si esa palabra exista) y golpes bajos, y claro está, mi cachito de gloria que nunca olvidaré. (se dice que al hacer una remembranza, primero hay que decir lo negativo, para que en la memoria te quede lo positivo)
Al punto que quiero llegar es que nunca fui y al parecer nunca seré una persona normal por un montón de cosas que acabaría mis caracteres disponibles describiendo.

Dios tiene un camino diferente para cada persona, eso lo sé de sobra, pero ¿por qué me tocó el camino sin vistas panorámicas? me siento como una muñeca de porcelana cuando todo el mundo es un muñeco de pruebas de choque.
No he vivido tanto como cualquier chica a mi edad viviera, por eso digo que soy una niña atrapada en este cuerpo de mujer, tendré ya 19 años, pero mi mente sigue siendo de una pequeña de 10 (casi casi xD) la vida me ha dado pocos, pero muy fuertes golpes, que se comparan a muchos golpesillos sin importancia que los demás tienen...

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